Al estudiar las rocas arrancadas del subsuelo de Marte por el impacto de meteoritos, la sonda Mars Express de la ESA ha encontrado pruebas de la existencia de acuíferos subterráneos durante los primeros miles de millones de años de la historia del Planeta Rojo.
Los cráteres de impacto son ventanas abiertas a la historia de la superficie de un planeta – cuanto más profundo sea el cráter, más nos podremos remontar en su pasado.
Por otra parte, las rocas arrancadas del subsuelo por el impacto de meteoritos ofrecen una oportunidad única para estudiar los materiales que de otra forma permanecerían ocultos bajo la superficie.
En un nuevo estudio, las sondas Mars Express de la ESA y Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA centraron su atención en los cráteres de una región de 1000 x 2000 km de las tierras altas del sur de Marte, conocida como Tyrrhena Terra, para intentar comprender la historia del agua en la zona.
Al analizar la composición química de las rocas incrustadas en las paredes, en la cresta y en el pico central de cada cráter, así como la de las que yacen esparcidas a su alrededor, los científicos han sido capaces de identificar minerales que sólo se forman en presencia de agua en 175 ubicaciones diferentes.
Tyrrhena Terra |
“El amplio rango de cráteres estudiados, con diámetros de entre 1 y 84 kilómetros, indica que estos silicatos hidratados fueron arrancados de entre unas pocas decenas y varios miles de metros de profundidad”, explica Damien Loizeau, autor principal del estudio.
“La composición de estas rocas indica que las aguas subterráneas estuvieron presentes el tiempo suficiente como para alterar su composición química”.
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