La mayor parte de los periódicos europeos saludan la victoria del candidato socialista en las elecciones presidenciales francesas, pero subrayan que, entre los problemas que le esperan, estarán en primer lugar las relaciones con Alemania y la actitud que mantiene con respecto al pacto fiscal, patrocinado por su predecesor Nicolas Sarkozy y la canciller Angela Merkel.
"'Un nuevo comienzo'. El presidente Hollande se apresta a cambiar la dirección de Europa", para The Guardian, el candidato socialista "ha logrado una victoria extraordinaria no solo para él [...], no solo para Francia, sino también para la izquierda europea".
Nicolas Sarkozy es el undécimo dirigente europeo que ha caído tras el estallido de la crisis financiera. Este resultado es más que un disparo de advertencia para esos antiguos partidarios del presidente saliente que eran Angela Merkel o David Cameron; la nueva dirección francesa es un golpe mortal al tratado sobre el pacto fiscal con el que Europa había reaccionado a la crisis.
"Frau Merkel, ya voy", titula el Frankfurter Rundschau. En cuanto ha sido proclamado, el presidente elegido ha anunciado que a quien primero visitará en el extranjero será a la canciller alemana, y esta tendrá que amoldarse a su nuevo compañero, pese a sus diferencias ideológicas.
Merkel no sería Merkel si no fuese capaz de cambiar de rumbo. No tiene problemas ideológicos con los socialdemócratas [gobernó con ellos de 2005 a 2009], aunque se llamen socialistas. Hollande no va a proclamar la revolución. Deberá aprender a adaptarse, como Merkel lo ha hecho en la crisis griega.
"Hollande gana, empieza el desafío europeo", titula Il Corriere della Sera, para el que el nuevo presidente francés es "un dirigente normal para tiempos excepcionales".
El mensaje de este mayo francés, en estos tiempos de crisis, de declive civil y de antipolítica, rebosa, pues, de esperanza. Para Francia y para la Europa que mira a Francia. [Es] también una elección defensiva, contra la Europa de los sacrificios sin equidad y de la austeridad sin crecimiento. [...] La Francia de Hollande no sueña con el socialismo en un solo país, sino con un poco más de socialdemocracia en Europa.
Para El Mundo, "la victoria de Hollande abre la incertidumbre en Europa". Al diario conservador le inquieta, en efecto, cómo se conformarán los "nuevos tiempos" que se abren ante “Francia y probablemente en Europa”.
Nunca unas elecciones presidenciales en Francia habían tenido tanta repercusión en Europa. […] La victoria del candidato socialista rompe la hegemonía que ha tenido el centro-derecha en la última década y suscita dudas sobre la cohabitación con la canciller Angela Merkel, con la que Sarkozy impulsó el acuerdo de unión fiscal y las políticas de austeridad presupuestaria.
"Un nuevo comienzo para Europa", sostiene De Morgen, para el cual, en cualquier caso, "el socialista Hollande se encuentra en vías de chocar inminentemente con Alemania por la cuestión de la austeridad". En un editorial, el diario señala que
saber si Hollande podrá llevar a cabo ese cambio de dirección europeo [hacia medidas que lleven al crecimiento] sigue siendo una gran incógnita. Nos ponemos ya en su primer viaje a Berlín, donde deberá llegar a un acuerdo histórico con una rígida Merkel. Las discusiones se desarrollarán en un clima agitado, a continuación de las elecciones parlamentarias que ayer fragmentaron el paisaje político griego. [...] Desde ayer, Europa se ha vuelto más roja. Pero al mismo tiempo, las nubes de tormenta que cubren el continente se han vuelto más oscuras.
En Estocolmo, el Dagens Hyheter constata que, si sobre la inmigración y las minorías el nuevo presidente ha escogido un camino más tolerante y abierto que Nicolas Sarkozy, "en lo que se refiere a la política económica despierta dudas inquietantes":
Si Hollande rompe el pacto fiscal, habrá graves problemas. Europa necesita crecimiento, pero sin una barrera eficaz contra los importantes déficits presupuestarios de los Estados miembros, al euro le costará sobrevivir. La unión monetaria y su capacidad de tomar decisiones en común sufrirían con ello. Por eso parece difícil que Hollande vaya a pedir en serio que se renegocie el pacto. Es más verosímil que se contente con añadir un protocolo, más inofensivo, sobre la importancia del crecimiento.
En el diario de Praga Hospodářské noviny, el comentarista Martin Ehl sostiene que de este "fin de semana electoral" ha salido "otra Europa". Las elecciones presidenciales de Francia y las legislativas de Grecia demuestran que el Viejo Continente se enfrenta a "una nueva revolución francesa", que sacudirá el consenso sobre la integración europea, inmerso en su crisis más profunda desde los años cincuenta:
Los europeos esperan de sus dirigentes que no se limiten a recortar los presupuestos. [...] Tras el pacto fiscal, Europa habrá de pensar en la economía de forma innovadora.
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lunes, 7 de mayo de 2012
Una situación nueva en Europa
Publicado por
Pancho Piteko
via presseurop.eu
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