RABAT (AFP)
Después de casi cuarenta años, entre bloqueos y fracasos, el conflicto del Sahara Occidental parece situarse en un callejón sin salida después de la decisión de Marruecos de retirar su confianza al emisario especial de Naciones Unidas.
La semana pasada, provocando sorpresa, el gobierno marroquí calificó las posiciones del diplomático estadounidense Christopher Ross encargado del tema de "parciales" y "desequilibradas".
Dicho de otra manera, fue acusado de alinearse con la posición de la parte adversa, es decir, el Frente Polisario y de su apoyo argelino, ambos partidarios de un referendo sobre el futuro del inmenso territorio.
"Esta decisión va a bloquear aún más el conflicto y tendrá un impacto directo sobre el proceso de negociación (con el Polisario), ya marcado por repetidos fracasos", declaró a la AFP en Rabat Abdelfettah El Belamachi, director del Centro de Diplomacia Paralela y del Diálogo de Civilizaciones.
Varios emisarios de la ONU ya han fracasado tratando de que las partes se pongan de acuerdo para un arreglo político del conflicto.
"El gobierno marroquí habría podido protestar oficialmente en lugar de tomar esta decisión, pues es el secretario general de la ONU quien decide si retira o mantiene la confianza a Ross", agregó el experto.
La última rueda de conversaciones informales entre Marruecos y el Polisario, que tuvo lugar en marzo pasado en las afueras de Nueva York, volvió a concluirse con un fracaso.
-- Marruecos reprocha la ausencia de "contactos directos" --
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Rabat reprocha en particular al emisario el hecho de que estas conversaciones indirectas debían ser continuadas por "contactos directos", lo que no fue el caso.
La reacción marroquí se produce después de la adopción, el 24 de abril, de una resolución del Consejo de Seguridad en la que se critica el comportamiento de las autoridades marroquíes hacia el trabajo de los cascos azules de la ONU en la región y hacia los saharahuíes.
La ONU también había pedido a Marruecos "mejorar la situación de los derechos humanos" en el Sahara Occidental.
Este territorio es una ex colonia española, anexada en 1975 por Marruecos. Rabat posee una amplia autonomía en el Sahara Occidental con un gobierno y un parlamento locales, bajo su soberanía. El Polisario rechaza este plan marroquí y afirma "el derecho del pueblo saharauí a la autodeterminación" mediante un referendo.
"Creo que Ross quería jugar la carta del referendo y Marruecos rechaza esta opción", afirmó Mustapha Naïmi, del Instituto Universitario de la Investigación Científica de Rabat. "Mediante esta decisión, Marruecos dirige un mensaje de desconfianza a todos los que prefieren la opción del referendo. Quiere mostrar que es categórico. Pero al mismo tiempo, no se ve en el futuro solución alguna", explicó Naimi, contactado por la AFP.
Reaccionando a la decisión de Rabat, el secretario general de la ONU Ban Ki-moon, quien en 2009 designó a Ross como emisario especial, dijo tener "total confianza" en su negociador. Argel expresó otro igual posición.
Francia, aliada tradicional de Marruecos, reiteró "su apoyo al plan de autonomía marroquí, que es actualmente la única proposición y que constituye la base seria y digna de crédito de una solución".
Washington, que en febrero se había declarado favorable a una solución "mutuamente aceptable", no ha reaccionado oficialmente.
Por su lado, las autoridades marroquíes optaron por calmar la situación: "Marruecos seguirá comprometido seriamente (...) con los esfuerzos de la ONU para superar el bloqueo", declaró el ministro marroquí delegado a las Relaciones Exteriores, Yusse Amrani.
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sábado, 26 de mayo de 2012
El conflicto en el Sahara Occidental se halla en un callejón sin salida
Publicado por
Pancho Piteko
via afp.com
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