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domingo, 6 de mayo de 2012

Francia y Grecia: unas elecciones clave para la política económica de la UE y la estabilidad del euro

Una estatua con el símbolo del Euro permanece entre las banderas europeas frente al parlamento de la Unión Europea en Bruselas. EFE/Archivo

Madrid, 6 may (Euroefe).- Francia y Grecia van hoy las urnas en dos procesos electorales -uno presidencial y otro parlamentario- cuyos resultados tendrán importantes consecuencias para la política económica de la UE y la estabilidad del euro.

En Grecia, un total de 9,8 millones de electores están llamados este domingo a votar. Las encuestas prevén que los conservadores de Nueva Democracia (ND) ganen los comicios, pero sin suficientes escaños para gobernar en solitario, por lo que tendrían que formar coalición, previsiblemente, con los socialdemócratas del Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok).

Ambos partidos, que han gobernado Grecia durante los últimos cinco meses, son los únicos que, en principio, apoyan el memorándum firmado con la UE, que contiene las medidas de austeridad a cambio de un préstamo de 130.000 millones de euros para satisfacer su abultada deuda soberana.

El resto de formaciones políticas, de la ultraderecha neonazi a la extrema izquierda, ha hecho campaña con las críticas a las medidas de austeridad, rechazadas por la inmensa mayoría de los griegos, que las consideran dictados de Alemania.

En las capitales europeas, Berlín en particular, se ve con preocupación que esos pequeños partidos obtengan represantación suficiente en el nuevo parlamento como para dificultar la formación de gobierno, lo que podría llevar a un vacío de poder que de prolongarse en el tiempo podría tener consecuencias catastróficas para la Eurozona.

Los sondeos prevén que entre siete y diez formaciones políticas entren al Parlamento.

Ante el peligro de una posible salida de Grecia del euro, el líder del Pasok, Evangelos Venizelos, ha elevado el dramatismo de sus intervenciones en los últimos días de campaña.

"El domingo decidiremos si permanecemos en Europa y en el euro. Decidiremos si permanecemos en un camino difícil pero seguro, después de haber cubierto gran parte de la distancia para salir finalmente de la crisis o si nos embarcamos en una aventura peligrosa que nos haga retroceder varias décadas y nos lleve a la quiebra", afirmó el viernes en su mitin de cierre de campaña en Atenas.

Un relajamiento de la política de austeridad europea a favor del crecimiento podría caldear los ánimos en Europa, donde una decena de gobiernos han caído o han tenido que adelantar elecciones por desde el estallido de la crisis económica.

Por eso, hoy se sigue muy de cerca lo que ocurre en Francia, donde el resultado de la elección presidencial puede marcar un giro considerable a la política económica de la UE, en la que las "recetas" que promueve el favorito en las encuestas -el socialista François Hollande- está comenzando a calar en las últimas semanas.

Ese cambio de enfoque de una política centrada en la austeridad y el saneamiento de las cuentas públicas para orientarla hacia el crecimiento y el empleo, aunque sin alegrías en el gasto público, se está haciendo poco a poco cada vez más palpable en la UE.

Otras propuestas más "belicosas" de Hollande, como renegociar el pacto fiscal firmado en marzo por 25 países comunitarios están siendo cada vez más matizadas.

Los datos divulgados el 23 de abril por Eurostat muestran que Francia está mejor de lo que se pensaba y que le costará menos de lo previsto llegar al umbral del déficit 3 % del PIB, tras cerrar 2011 en el 5,2%.

Sin embargo, Hollanda ya ha advertido de que se tomará tranquilamente llegar al déficit cero, lo que espera lograr en 2017, es decir al final de su segundo mandato.

Por otra parte, Bruselas confía en que por fin se está produciendo el tan esperado cambio de ciclo económico, lo que debería permitir (por fin) el inicio de unas políticas diferentes, de las que Hollande podría ser un abanderado en la UE, señala una fuente diplomática europea.

Aún así, tampoco se esperan grandes cambios de la noche a la mañana. Como dice Marco Incerti, un analista del Cetro Europeo de Estudios Políticos (CEPS por sus siglas en inglés), el margen para las alegrías fiscales es mínimo y "nadie sabe cuál es la receta para el crecimiento".

Apenas este jueves, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, recordaba que la consolidación presupuestaria "es inevitable" pero hay que "preservar las inversiones que generan crecimiento", en sectores como educación, energía e innovación.

Lo que se busca "la cuadratura del círculo".

Una posibilidad es lograr"un pequeño margen de maniobra" en las inversiones públicas en innovación o infraestructuras, combinado con que los países con superávit presupuestario (básicamente Alemania) promuevan políticas de gasto público y de fomento del consumo interno, lo que ayudaría sin duda a los países comunitarios en apuros.

Alemania, el principal foco de fomento de la austeridad, está comenzando también a repensar algunas de sus políticas previas, eso sí, muy ligeramente, y varios expertos citan el previsible aumento generoso salarial en el sector público germano para este año.

De lo que no cabe duda en Bruselas es de que una posible llegada de Hollande al Elíseo tendrá consecuencias en la "gestión" de la Unión, en la que se reduciría la impresión de que Berlín y París intentan acordar las decisiones económicas para llevarlas a las cumbres de Bruselas para su aprobación por los Veintisiete.

En resumen, el giro económico que promueve Hollande "no es conflictivo, porque la UE ya se está preparando para ello", señala la fuente comunitaria.

Para el analista del CEPS, el posible triunfo del candidato socialista francés no cambiará nada por sí mismo, "puesto que la UE ya ha cambiado en las últimas semanas", pero sí marcaría un momento muy simbólico de giro en el conjunto de la Unión. EFE

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