ESTAMBUL (AFP)El Ejército de Turquía reforzó su dispositivo militar en la frontera con Siria con el envío de baterías de misiles tierra-aire y vehículos de transporte de tropas a Mardin (sureste del país), informó la agencia de prensa Anatolia.
Un convoy ferroviario que transportaba baterías de misiles antiaéreos y vehículos de transporte de tropas llegó a la estación de Mardin, colocada bajo estrecha vigilancia, afirmó Anatolia. El convoy incluía al menos cinco vehículos equipados de misiles antiaéreos, según imágenes difundidas por la cadena NTV.
Los equipamientos se repartirán entre diferentes unidades desplegadas en la frontera siria, añadió la agencia, que cita a una fuente militar local. En los últimos seis días, los rebeldes sirios se apoderaron de tres de los siete puestos fronterizos con Turquía.
Las relaciones entre Turquía y Siria son pésimas desde el comienzo de la represión del movimiento de contestación contra el régimen del presidente sirio Bashar al Asad, en marzo de 2011, y se han deteriorado todavía más a finales de junio, cuando la defensa antiaérea siria derribó un avión de combate turco frente a sus costas.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció entonces que las reglas habían cambiado y que "cualquier elemento militar que plantee (...) un peligro para la seguridad en la frontera turca procedente de Siria" será considerado un blanco.
Un convoy ferroviario que transportaba baterías de misiles antiaéreos y vehículos de transporte de tropas llegó a la estación de Mardin, colocada bajo estrecha vigilancia, afirmó Anatolia. El convoy incluía al menos cinco vehículos equipados de misiles antiaéreos, según imágenes difundidas por la cadena NTV.
Los equipamientos se repartirán entre diferentes unidades desplegadas en la frontera siria, añadió la agencia, que cita a una fuente militar local. En los últimos seis días, los rebeldes sirios se apoderaron de tres de los siete puestos fronterizos con Turquía.
Las relaciones entre Turquía y Siria son pésimas desde el comienzo de la represión del movimiento de contestación contra el régimen del presidente sirio Bashar al Asad, en marzo de 2011, y se han deteriorado todavía más a finales de junio, cuando la defensa antiaérea siria derribó un avión de combate turco frente a sus costas.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció entonces que las reglas habían cambiado y que "cualquier elemento militar que plantee (...) un peligro para la seguridad en la frontera turca procedente de Siria" será considerado un blanco.
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