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viernes, 30 de marzo de 2012

Envían tarjetas artesanales a Guatemala, Suiza y Alemania

Desarrollo económico

Arte para ser mujeres independientes

Amas de casa del municipio salvadoreño de Comasagua han encontrado en la creatividad su principal fuente de ingresos y su medio para lograr la independencia económica.

El Salvador / Ciberpasquinero / EFE

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Las mujeres salvadoreñas, el 52,7 por ciento de la población, tienen menos oportunidades laborales retribuidas que los hombres, aunque más del 60 por ciento de ellas se las ingenian para salir adelante a través de negocios informales u oficios que les permitan percibir algún ingreso.
Este es el caso de las amas de casa de Arte Comasagua, una idea que surgió en el año 2002 a iniciativa de Ana Rosa Calderón de Graf quien, tras un viaje a Ecuador, trajo la idea al país y la puso en práctica con cuatro mujeres de esta población del departamento de La Libertad,  28 kilómetros al oeste de San Salvador.

Madres solteras
Ahora son ya dieciocho las mujeres que se convierten en artistas durante el tiempo libre que les queda tras cumplir sus tareas del hogar, principalmente por las noches, cuando sus hijos duermen, ya que la mayoría son madres solteras.
Las mujeres de Arte Comasagua están entre el 86 por ciento de la población femenina salvadoreña responsable del cuidado de sus hogares, trabajo que no es remunerado, pero que representa el 27,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país, señala en una reciente intervención pública el representante de las Naciones Unidas en este país centroamericano, Robert Valent.
Ese aporte aumenta cuando ellas incorporan alguna labor adicional al hogar.

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Desarrollo económico
En El Salvador hay "claras evidencias de que las oportunidades de desarrollo económico de las mujeres son notablemente inferiores que las de los hombres" aunque, apuntó Valent, a pesar de eso, brindan un "importante" apoyo económico al país.
De cada cien mujeres en edad de trabajar en El Salvador, 59 son consideradas inactivas económicamente en el marco del trabajo productivo, explicó el representante de Naciones Unidas.
El 60,1 por ciento de las mujeres participa en el comercio informal y "por cada 100 dólares que recibe un hombre, como remuneración económica por su trabajo, la proporción de la remuneración media femenina desciende hasta los 81 dólares", explicó.

Sobrevivir gracias al ingenio
Las mujeres salvadoreñas que no gozan de un empleo formal se las ingenian para sobrevivir, ya sea vendiendo frutas, comida, ropa y muchos productos más, o aprendiendo un oficio, como las mujeres que integran Arte Comasagua.
La idea de cortar flores, granos, hojas y otro tipo de vegetación silvestre para hacer obras de arte en Comasagua, la trajo Calderón de Graf de una feria de Ecuador donde descubrió tarjetas hechas de "material natural, pero todas eran de color café, algo totalmente seco”, explica a EFE.

Varias pruebas
Fue necesario "hacer varias pruebas", relata María Elena Flores, una de las artesanas más experimentadas, hasta llegar a una técnica propia y diseños nuevos. Ahora no sólo utilizan vegetación silvestre sino también limones, tusas de mazorcas de maíz y semillas de café.
Entre sus obras destacan cuadros de campesinas vestidas con pedazos de tronco de banano y hojas, que cargan coloridos canastos llenos de flores; tarjetas con rostros de mujeres que lucen hermosas pelucas de flores y hojas, o separadores decorados con una línea de flores sujetas con un fino bejuco.
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Sólo artesanías
Calderón de Graf comenta que las mujeres de Comasagua ya han dejado de trabajar en otras actividades, sólo hacen artesanías casi en un 80 por ciento de su tiempo, algo que "les ayuda para su día a día con sus familias y sus hijos".
El gran éxito de esta pequeña empresa es que "estas mujeres ya toman en cuenta sus ingresos de las artesanías, como parte de su vida diaria".
María Elena Flores asegura que le gusta mucho su labor, pues supone "un ingreso" para su hogar, ya que es "madre soltera" de tres hijos. Un caso similar al de su hermana Marina, que lleva seis años trabajando en el taller para mantener ella sola a sus dos pequeños.
Calderón de Graf explica que cada una de las artesanas se hace su propio salario a partir de los productos que cada una elabora en el mes.
El promedio de sus ingresos depende del tiempo que dedican a la elaboración de las obras artísticas. "Verdaderamente, en un área rural obtener un ingreso de cien dólares o un poquito más ayuda mucho para poder mantener a su familia", considera.

Pequeña exportadora
En medio de las limitaciones, porque Comasagua no tiene un taller propio, esta empresa ha sido capaz de exportar el 80 por ciento de sus trabajos artísticos.
Su primera exportación la hizo en 2008 a Estados Unidos y recibe pedidos de Guatemala, Suiza y Alemania (para este último país están concluyendo un pedido de 2.000 tarjetas).
El método de trabajo se basa en los pedidos que reciben y, tras reunirse en un pequeño taller improvisado en casa de una de las artistas para consensuar cómo elaborar las obras, cada mujer se lleva el material a sus casas para trabajar en ellos.
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Los sueños
Al taller sólo acuden dos veces a la semana para coordinar los pedidos y entregar las obras terminadas.
"Nosotras soñamos con cosas más grandes", como "tener nuestro taller formal, un taller bien grande, bonito, donde nos puedan visitar", resalta María Elena.
Pese a todo, estas mujeres salvadoreñas han logrado salir adelante con su esfuerzo, actitud emprendedora y creatividad.

Por Magdalena Flores.
Fotos Roberto Escobar.
EFE Reportajes

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