Eleuterio González Carvajal
La esperanza de vida se ha prolongado de forma aceptable
Este proceso ocurre a nivel planetario, pero es en los países desarrollados donde se percibe un cambio más rápido. Esa transformación social presenta a la vez problemas y oportunidades.
México / Notiocho / UNAM
En México, la esperanza de vida se ha prolongado de forma aceptable, pero con ella, han aumentado las enfermedades crónico-degenerativas, para las que falta cobertura total y equidad en los servicios en distintas regiones y estratos del país, señaló Eleuterio González Carvajal, profesor de Salud Pública de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
El aumento es, en promedio, a 77 años para las mujeres y 73 para los hombres, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI); es considerable si se toma en cuenta que en 1930 se estimaba que un mexicano vivía 33.9 años, en promedio; para 1980, el indicador aumentó a 66.2 años, y en 1990, a 70.6. Envejecimento y salud
El Día Mundial de la Salud, instituido en 1950 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se conmemora cada 7 de abril para hacer conciencia sobre un asunto sanitario específico. Este 2012, se dedica a Envejecimiento y Salud.
Para elegir este tema, la OMS argumenta que, durante el siglo XX, la esperanza de vida aumentó tan acusadamente que en el mundo pronto se contarán más personas de edad que niños. Problemas y oportunidades
Este proceso ocurre a nivel planetario, pero es en los países desarrollados donde se percibe un cambio más rápido. Esa transformación social presenta a la vez problemas y oportunidades.
En particular, en algunos territorios se dispondrá sólo del lapso de una generación para preparar los sistemas de salud y de seguridad que se requerirán.
“Creo que hay que ver el lado positivo de la salud, la ausencia de enfermedad. Habría que recordar todos los días ese concepto, en el sentido de un completo bienestar físico, mental y social”, reflexionó.
Si bien cada persona observa hábitos inadecuados de alimentación y sedentarismo para adquirir padecimientos como obesidad y diabetes, la mayor responsabilidad es colectiva. “Si la sociedad estuviera pendiente de cuidar a la población en cada sector, desde niños hasta ancianos, se evitarían muchas afecciones”, consideró.
Educación para la salud
González Carvajal destacó que en la niñez predominan enfermedades infecciosas, en los jóvenes las de transmisión sexual, y en los adultos, diabetes, hipertensión y varias crónico-degenerativas.En México se comparten aquellas vinculadas a la pobreza –como la desnutrición y las infecciones ligadas a la insalubridad por falta de agua–, con otras de la riqueza –como obesidad y problemas cardiacos–.
“Hay un fuerte problema de inequidad económica y social”.
Asimismo, consideró que un problema recurrente es la falta de educación para la salud, indispensable para prevenir enfermedades y promover desde cada persona y familia hábitos positivos de vida.
“Las condiciones económicas no están distribuidas de forma uniforme para que los habitantes tengan buena alimentación y servicio médico adecuado, y eso se repite con la educación para la salud”, concluyó.
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