Conocimiento, actitud y práctica de anticoncepción en adolescentes mexicanos

Revela estudio comportamiento sexual de jóvenes mexicanos

El Fondo de Población de las Naciones Unidas en México (UNFPA) presentó el estudio “Conocimiento, actitud y práctica de anticoncepción en adolescentes mexicanos”, el primero en recaudar las opiniones de jóvenes menores  de 15 años sobre el uso de herramientas sobre control natal en esta población.

Apoyados por el Centro Latinoamericano Salud y Mujer (CELSAM) y el laboratorio MSD, este estudio revela una carencia de conocimientos adecuados sobre salud sexual y anticoncepción entre los jóvenes mexicanos, sobre todo por falsas creencias conducen al riesgo de un embarazo no planificado o a posibles enfermedades de transmisión sexual.

Para este estudio, se entrevistó a 6,585 participantes con edades entre los 10 y 19 años, de ciudades de 11 diferentes estados de la República Mexicana (Baja California, Sonora, Durango, San Luis Potos, Distrito Federal, Estado de México, Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Yucatán). Entre los datos más relevantes se encuentra el inicio de la vida sexual con un promedio de 15 años de edad en ambos sexos.

En cuanto al conocimiento de métodos anticonceptivos existe un alto porcentaje de adolescentes, alrededor del 35 por ciento de los encuestados, que no recibieron información o que sí la recibieron pero tienen dudas al respecto, sobre planificación familiar y enfermedades de transmisión sexual.

Ø  Este porcentaje se ve reflejado en al menos un cuarto de esa población que no sabe cómo utilizarlos.

El estudio también señala que cuatro de cada 10 entrevistados que no pensó en utilizar métodos anticonceptivos en su primera relación sexual, situación que destaca la importancia de construir una mejor educación sexual en los jóvenes.

Juan Carlos Hinojosa, presidente de CELSAM, recomendó que la información sobre planificación familiar y salud reproductiva debe iniciarse por lo menos dos años antes de que lleguen a la edad promedio de inicio de las relaciones sexuales (15 años), de preferencia a los 13 años y que sea en forma continua hasta los 17 años aproximadamente.

Por otro lado, la preparación de los padres puede ser un aspecto vital en los programas de educación sexual para las y los jóvenes, por lo que es imperativo que en la adolescencia, y de ser posible antes de la misma, se les proporcionen los conocimientos básicos sobre la fisiología de la reproducción, información acerca de la sexualidad y relaciones sexuales e instrucciones acerca del uso correcto de los métodos anticonceptivos.