Francisco Bolívar Zapata será el enlace entre la presidencia de la República y el Conacyt
Reiteró el presidente su compromiso de elevar los recursos para ciencia, tecnología e innovación al 1% del PIB
Enrique Peña Nieto, presidente de México, delineó algunos aspectos de la política de ciencia, tecnología e innovación (CTI) en su administración, y expresó que estas tareas serán una prioridad en su gobierno.
A través de ellas, dijo, se puede contribuir a alcanzar las cinco grandes metas nacionales que se ha planteado, y permitirán establecer una nueva cultura científica en el país, basada en el conocimiento académico, en la fortaleza empresarial y en la responsabilidad gubernamental.
Los lineamientos de esta política, los expresó ayer en la toma de protesta del nuevo director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el doctor Enrique Cabrero Mendoza, en la residencia oficial de Los Pinos, ocasión en la que Peña Nieto dejó en claro la importancia que tienen la CTI en su gestión y su firme intención de hacer de esta política una estrategia transexenal.
Peña Nieto informó que invitó al doctor Francisco Bolívar Zapata, -coordinador de ciencia y tecnología en su equipo de transición-, para apoyar el diseño de algunas políticas públicas y ser parte de la estructura que trabaje desde el área de la Presidencia de la República en la vinculación con el Conacyt, organismo con el que se comprometió a ampliar sus alcances y posicionarlo como un instrumento esencial del Estado mexicano para acelerar la transformación del país.
México y su inserción en la era del conocimiento
El presidente de la República dijo que México no debe ser sólo un país que maquile o manufacture, sino que además, incorpore mayor conocimiento a lo que se está generando en nuestro país: “Se trata de que al insertarnos -aunque tarde, pero hay que hacerlo ya-, a la era del conocimiento, México pueda detonar mayor crecimiento y oportunidades de mayor bienestar para las familias mexicanas”.
Esta tarea no queda agotada en un año –indicó el jefe del Ejecutivo-, será una labor permanente en los próximos seis años: Destinando mayor inversión pública, convocando al sector privado a que incremente sus inversiones en estas áreas, y que la academia y las distintas instituciones del país, que generan o promueven el desarrollo científico y tecnológico, sean parte de este eslabón y de la sinergia que deba producirse para lograr el objetivo de insertarnos adecuadamente en la era del conocimiento.
No a una Secretaría de CTI
Enrique Peña Nieto rechazó la idea de crear una Secretaría de CTI: “No se trata de generar mayor burocracia. Si de lo que se trata es darle un mayor espacio de relevancia e importancia para el gobierno, el tener esta área dentro del gabinete no es necesario que generemos mayor burocracia, hagamos mayor inversión”.
En su lugar –sostuvo- definamos mecanismos que permitan consolidar el desarrollo regional del país y que los procesos productivos realmente sean innovadores e incorporen mayor ciencia y tecnología.
“No tengan duda. Más allá de si es Secretaría o no, para el presidente de México la ciencia y la tecnología serán una prioridad”, agregó que muestra de ello son los primeros pasos que se han dado con el presupuesto asignado este año a la CTI, y reiteró que el objetivo que tiene su gobierno es que en el sexenio se alcance, al menos, el uno por ciento del Producto Interno Bruto.
La CTI y las cinco metas del gobierno federal
Lo que hagamos en CTI va a permitirnos alcanzar las cinco grandes metas nacionales que este gobierno se ha trazado, destacó el jefe del Ejecutivo y describió:
Un México de paz. “El conocimiento permitirá transformar al país en un México en paz. Algunos se preguntarán: Y por qué. Qué tiene que ver la ciencia en la tranquilidad, en el clima de paz que México tenga. Porque va a abrir mayores oportunidades de desarrollo individual a más mexicanos; que en lugar de tener o dedicarse, eventualmente, a alguna actividad ilegal o ilícita, tengan cabida dentro de algún espacio de desarrollo individual, donde aporten conocimiento a partir de una adecuada educación que, también, tiene que ver con esto”.
Un México incluyente. “Combatir los niveles de pobreza y de desigualdad que México tiene. Y la ciencia tiene mucho que aportar, porque la ciencia, la tecnología y el conocimiento nos permitirán encontrar mejores oportunidades o rutas que realmente ayuden a instrumentar políticas públicas de mayor eficacia para disminuir la pobreza y la desigualdad en nuestro país.
Un México con educación de calidad. “Por supuesto, el conocimiento tiene que aportar mucho a que logremos modificar el esquema, los instrumentos, las formas de educar hoy a las nuevas generaciones, para que tengan mayores espacios de oportunidad el día de mañana y sean parte de una sociedad más competitiva y que en la era del conocimiento México pueda tener o acelerar su mayor desarrollo y progreso”.
Un México próspero. “Al hablar del México próspero es lograr que tenga un mayor crecimiento económico, sostenido y acelerado. Aquí el conocimiento también tiene que hacer su contribución. Tendrá que darnos mayores luces de cómo podemos lograr que el país crezca… Si logramos que realmente lo que México produzca incorpore mayor conocimiento, la generación de riqueza será mayor y el crecimiento del país también”.
Un México de interacción internacional. México debe convertirse en un actor de mayor solidaridad global. En este punto se refirió a las contribuciones del conocimiento científico de México al mundo.
En busca de una política transexenal
El presidente de México giró instrucciones al nuevo director del Conacyt, Enrique Cabrero Mendoza, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, para crear una política transexenal en CTI que permita establecer una nueva cultura científica basada en el conocimiento académico, en la fortaleza empresarial y en la responsabilidad gubernamental, lo que constituye –aseguró Peña Nieto- un compromiso indeclinable de su gobierno:
Primero. Diseñar en coordinación con las Secretarías de Hacienda y Crédito Público y Economía una hoja de ruta, para asegurar que en esta administración o que en los próximos 10 años se pueda triplicar la inversión que hoy se hace en ciencia y tecnología.
Llegar al uno por ciento al término de este gobierno. Triplicarlo sería llegar al 1.2 por ciento, lo que es posible lograr –en opinión del presidente- en los próximos ocho o diez años, si se tiene una ruta crítica que deba seguirse y observar puntualmente.
Segundo. Diseñar políticas públicas diferenciadas que permitan impulsar el progreso científico y tecnológico en regiones y estados, con base en sus vocaciones económicas y capacidades locales.
Tercero. Fortalecer el Sistema Nacional de Investigadores, ampliando sus alcances, incrementando su número de científicos y tecnólogos, y apoyando a los grupos de investigación existentes.
Cuarto. Concretar, en coordinación con las Secretarías de Educación Pública y de Economía, un verdadero Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación que, entre otros objetivos, incremente el valor agregado a la producción nacional.
Quinto. Fortalecer los mecanismos de vinculación entre el sector productivo y la academia.
En este marco, subrayó Enrique Peña Nieto, deberán comenzar las gestiones necesarias para apoyar la creación de una Fundación para la Innovación, la Ciencia y la Tecnología con la participación de la iniciativa privada.
Asimismo, el presidente de la República consideró necesario aprovechar lo que se ha avanzado hasta ahora en el ámbito de la CTI, incluyendo el importante documento que fue coordinado por el rector de la UNAM, José Narro Robles, Hacia una Agenda Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
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