La comprensión y concientización de individuos y grupos sociales es un punto de partida esencial, señalan Silvia Lizette Ramos de Robles y Mariona Espinet
Es necesario diseñar procesos de alfabetización científica para aumentar la capacidad de adaptación e incluso aprovechar las oportunidades frente al cambio climático
Es necesario diseñar procesos de alfabetización científica para aumentar la capacidad de adaptación e incluso aprovechar las oportunidades frente al cambio climático
“El cambio climático podría provocar impactos catastróficos si no se controla a tiempo. Por ello, hoy se reconoce que la ciencia, la educación científica y la comunicación de la ciencia constituyen herramientas de primer orden para la documentación, el diseño y la divulgación de estrategias de adaptación que aminoren el impacto negativo de este fenómeno”, esto se afirma en el artículo “Educar para adaptarnos al cambio climático: tarea de todos”, publicado en la revista Ciencia.
En el texto -elaborado por Silvia Lizette Ramos de Robles, profesora e investigadora del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guadalajara, y Mariona Espinet, profesora de ciencias del Departamento de Didáctica de la Matemática y las Ciencias Experimentales de la Universidad Autónoma de Barcelona- se explica la necesidad de “diseñar procesos de alfabetización científica y de comunicación para aumentar la capacidad de adaptación, disminuir los daños potenciales y aprovechar las oportunidades frente al cambio climático”.
El artículo aparece en la revista Ciencia (octubre- diciembre 2012), una publicación de la Academia Mexicana de Ciencias. Las autoras señalan que el cambio climático constituye un asunto prioritario tanto a nivel local como globlal, sin embargo, el interés en dicho tema es relativamente reciente como explican las especialistas. “Fue hasta los años ochenta que el cambio climático se reconoció como problema y surgieron una serie de iniciativas y organizaciones cuyo propósito principal era resumir el conocimiento actual sobre el cambio climático, sus impactos sociales y económicos, así como las posibles estrategias de respuesta y adaptación”.
Entre los datos que se incluyen en el artículo se encuentran los reportes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), en los que se menciona que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, como resultado de las actividades humanas han aumentado hasta un 70%, entre 1970 y 2004.
Asimismo se afirma que “el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero se debe, sobre todo, al uso de combustibles fósiles; no obstante, otras actividades como la deforestación, los cambios en el uso del suelo y la agricultura han contribuido en menor proporción”.
“Como consecuencia, la temperatura media atmosférica a nivel mundial en 2009 había aumentado entre 0.7 y 0.8 °C desde la época preindustrial. Se estima que dicha temperatura podría aumentar hasta entre 1.8 y 4.0 grados centígrados si no se limitan las emisiones de gases de efecto invernadero”.
Ante este panorama, las autoras proponen “tomar medidas de adaptación especializadas que nos permitan aumentar nuestra resiliencia frente a los impactos adversos del cambio y variabilidad del clima”. Una de las líneas de esta propuesta va dirigida al diseño de estrategias de comunicación y educación para el desarrollo sostenible de la sociedad.
“Consideramos que la comprensión y concientización del sentido de lugar de los individuos y de los grupos sociales es un punto de partida esencial para tomar conciencia y para emprender estrategias de adaptación frente a problemáticas tanto ambientales como sociales”.
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