Setecientos años después de que fueran pintadas en los muros del Castillo de Alcañiz (Teruel), escenas religiosas y sobre todo militares, de los siglos XIII y XIV, se conservan de una forma "impactante" y constituyen uno de los conjuntos de pintura gótica más interesantes de la Península.
Son obras con escenas moralizantes, militares y también religiosas, todas ellas "muy expresivas, con unos colores muy vivos y en buen estado de conservación", explica a Efe la historiadora Angels Casanova, quien junto a Jordi Rovira acaba de publicar un libro sobre estas pinturas que se presenta hoy en Alcañiz.
Después de 20 años estudiando estas obras, que miden unos 60 metros lineales, la escenografía de la misma y su estado de conservación no deja de sorprender a esta historiadora, que considera que se trata de un conjunto único en España especialmente en lo que concierne a las escenas militares.
Dada su importancia, el Centro de Estudios Bajoaragoneses (CESBA) ha editado esta obra, titulada "Las pinturas murales medievales del castillo calatravo de Alcañiz", y con la que se pretende divulgar de una forma muy didáctica las pinturas.
Hasta 80 fotografías del castillo, además de 19 dibujos que reproducen las heráldicas y armamento militar que aparecen en estos murales, se incluyen en esta obra, que pretende dar a conocer al mundo estas joyas.
La orden de Calatrava, fundada en el siglo XII en Castilla, de carácter militar y religioso, era una de las más importantes que había en occidente y fue la impulsora del castillo.
Sus hazañas militares quedaron plasmadas en las paredes de este recinto, donde se conservan tras sufrir dos procesos de restauración, y que constituyen las de mayor superficie de temática militar que se mantienen en la Península Ibérica, explica Casanova.
Parte de las pinturas que aparecen en el castillo son también de carácter religioso, como pueden ser escenas de la Pasión de Cristo y la Última Cena, obras muy vivas, con mucho colorido, pero que no son tan llamativas porque en la Península se conservan muchas de estas características, especialmente en iglesias, afirma.
La excepcionalidad de Alcañiz la conforman las pinturas militares que, aunque en esta orden eran habituales, no se conservan apenas.
Una de las obras más llamativas, según la historiadora, es una que representa la conmemoración de la Conquista de Valencia por Jaime I, que se recrea como si el rey entrara triunfante.
Las pinturas aparecen a modo de viñetas, como si fueran un cómic, y según este experto "para ser pinturas del siglo XIII son muy expresionistas".
El autor de estas pinturas no se conoce y tampoco ha aparecido contrato alguno que acredite su encargo, según la investigadora.
Quizás esta incertidumbre ha generado por parte de los historiadores todo tipo de especulaciones a la hora de interpretar los símbolos de las pinturas de este castillo, abierto al público y parte del cual, la más nueva, se ha convertido en Parador Nacional de Turismo.
Las obras, divididas por temáticas, están distribuidas en el atrio de la iglesia, en el claustro y en una torre.
Algunas pinturas se retiraron y se llevaron al Ayuntamiento de Alcañiz, como es el caso de una que escenifica una rueda de la fortuna que se arrancó en los años 50 para colocarla en el salón de plenos del Consistorio
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