Esta semana se celebra en Madrid el 2º Congreso Europeo de
Transexualidad, en la que los mayores expertos en este campo se reúnen
para sentar las bases de la asistencia y el tratamiento a largo plazo de
los pacientes.
Antonio Becerra, presidente del comité organizador,
cuenta a SINC lo importante que es acabar con los estigmas.
En España seguimos las directrices que marcan algunas unidades de trastornos de identidad de género (UTIG) como la de Ámsterdam que lleva más de 30 años. Sin embargo, la ley es más avanzada que en otros países europeos porque, salvo en nuestro país, en el resto no se hace el cambio de nombre y sexo si no se ha producido la intervención quirúrgica genital. Aquí con dos años de tratamiento farmacológico es suficiente.
Esto es importante porque no todas las personas quieren operarse…
Claro, hay varias razones para ello. Bien porque acceden tarde al problema de identidad que tienen y quizá no les apetece ya operarse, o porque no tienen esa agilidad de acceso a estas unidades o porque haya contraindicaciones que no permitan la cirugía.
¿Qué etapas son más complicadas en el proceso de reasignación del sexo?
Para el profesional los aspectos más importantes son prevenir todo tipo de prácticas de riesgo: evitar la inyección de silicona libre en mama, intervenciones quirúrgicas parciales, no elegir correctamente un cirujano fuera del sistema sanitario público... Y a largo plazo el tratamiento hormonal, que casi con toda seguridad va a suponer efectos adversos.
¿Y para el paciente?
Lo más importante es la velocidad, es decir, cubrir el tratamiento hormonal y quirúrgico lo antes posible. No valoran que el tratamiento a largo plazo provoque efectos adversos. De hecho hay que revisar la densidad mineral ósea porque cuando se extirpan las gónadas (tanto testículos como ovarios) es más frecuente la osteoporosis. También hay que hacer revisiones de las mamas, los implantes, las cicatrices, de fístulas que pueden aparecer como consecuencia del tratamiento hormonal o las operaciones, etc.
"Para los pacientes lo más importante es la velocidad, cubrir el tratamiento hormonal y quirúrgico lo antes posible"
¿Qué es más fácil, la reasignación hombre-mujer o la contraria? Es más común de hombre a mujer quizá porque la cirugía es más satisfactoria. Hay diferentes teorías para ello, por ejemplo, desde el punto de vista genético u hormonal la discordancia entre el sexo cerebral y el sexo genital de hombre a mujer puede darse por un fallo en la testosterona. Además es más sencillo y accesible el tratamiento con estrógenos.
¿Cuáles son las consecuencias de un cambio de sexo?
En el caso de masculino a femenino los efectos adversos son mucho más graves e importantes que en caso contrario debido al tratamiento hormonal con estrógenos por su elevado riesgo de cáncer de mama y embolias. En la reasignación de mujer a hombre la testosterona a largo plazo podría modificar el perfil de riesgo cardiovascular o alteraciones dérmicas. Además hay que pensar en las consecuencias de la cirugía, que no siempre queda perfecta.
¿A qué edad pueden aparecer estos conflictos?
Pueden empezar a edades muy tempranas aunque de momento no se sabe valorar bien. Luego los padres lo van detectando poco a poco y existe un pequeño conflicto que más tarde se establece: que quien dice ser niño resulta que tiene costumbres y hábitos femeninos o al contrario, pero todo va siendo poco a poco. De las 800 personas que hemos atendido en la UTIG de Madrid desde 2006, un 5% son menores. A estos no se les hace ninguna intervención farmacológica hasta que cumplen 18 años.
"La transexualidad se debería retirar de los manuales de enfermedades mentales igual que se retiraron otros conceptos"
Hace poco se ha conocido en los medios de comunicación el
caso de un niño de seis años, que rechaza todo lo asociado a ese género,
que tendrá que utilizar el servicio de los chicos o los de la
enfermería del centro. ¿Cómo se puede actuar en estos casos?Nuestra experiencia al hablar con los tutores o directores de los centros es que son muy sensibles a este problema. El tema es que al haber servicio de chicos y de chicas vaya donde vaya los demás compañeros de su misma edad siempre van a hablar. Es problemático, hay un estigma y es muy difícil ocultarlo a los compañeros, que siempre se fijan en lo que no es común. Nosotros lo que propugnamos es que haya servicios unisex y que la privacidad esté preservada tanto en adultos como en menores de edad. No entiendo por qué nadie ha llamado la atención todavía sobre por qué hay esa separación entre caballeros y señoras en los baños. No debería haber esa diferenciación, simplemente hacerlos más grandes y adaptarlos.
Aunque ya esté mucho más aceptado por la sociedad, ¿cómo afrontan las familias esta situación?
A edades más tempranas lo toman como un drama ya que remueve todo el estado del bienestar psicológico, familiar y personal del padre y la madre. Luego intentan encontrar soluciones. Y cuando esa edad es más tardía, al principio hay una negación, pero poco a poco y gracias a la labor de los profesionales, se va asumiendo que no se trata de un capricho, sino de una alteración que no sabemos definir todavía de qué tipo es, pero en la que se necesita ayuda de los expertos.
¿Por qué en pleno siglo XXI hay clasificaciones que contemplan estos trastornos como una enfermedad?
Nosotros no consideramos que sea una enfermedad mental, ni siquiera una enfermedad. Se debería retirar de los manuales de enfermedades mentales igual que se retiraron otros conceptos. Simplemente es una necesidad de atender un problema de salud, igual que puede ser el embarazo o la menopausia, que no son patologías y se atienden en el sistema sanitario público. La enfermedad aparecería si no se considerase la asistencia a estas personas por las dificultades sociales, legales y sanitarias que conllevaría. Probablemente no se sepa muy bien cómo definirlo, pero quizá no haya ni que hacerlo, el que acuda a las unidades será porque necesite a los profesionales.
Opiniòn...MARICEL
Leer este tipo de notas me hacen pensar que negocio tan grande es la
transexualidad...cirugías estéticas, tratamientos hormonales, etc,
etc...Mucho dinero para mutilar cuerpos y llevarlos contra su propia
naturaleza. Hoy se habla de esto como si no fuera una enfermedad porque
con todos estos tratamientos es un gran negocio. Si mutilarse y sentirse
mal con lo que uno es realmente no es una enfermedad... qué és?
Según
este médico no se puede decirle enfermedad pero...Que negocio perverso!
Sobre el nombre de la nota...me parece una locura baños compartirdos para hombres y mujeres...
Sobre el nombre de la nota...me parece una locura baños compartirdos para hombres y mujeres...
Se nota que el que plantea eso jamás fue
acosado en un lugar público...imaginensé lo que sería en un baño...
Una
boca de lobo como se diría en mi país.
Ya se está yendo a cualquier lado
con este tipo de planteos...
Por qué en lugar de este planteo no ponen
baños para transexuales y listo, pero juntos es una locura.
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