Financiar la UE de 2014 a 2020: es el objetivo que estará en juego en el Consejo Europeo de los días 22 y 23 de noviembre. Pero se está lejos de llegar a un acuerdo, porque cada país parece estar ocupado defendiendo sus intereses, como expone con preocupación la prensa europea.
"La UE va camino de sufrir un doble fracaso", plantea el diario Jyllands-Posten. Por un lado, el proyecto de unión bancaria avanza muy lentamente. Por otro, las negociaciones sobre el presupuesto de la UE para el periodo de 2014 a 2020 siguen en punto muerto. El 13 de noviembre, el Parlamento Europeo incluso decidió suspender su participación como forma de protesta contra los recortes exigidos por algunos Estados.
El diario danés señala que
El enfrentamiento entre las capitales europeas es tal, que la cumbre de los días 22 y 23 de noviembre podría acabar en un hundimiento. Y con ello se corre el riesgo de que la crisis económica de Europa se agrave aún más. Esta la conclusión pesimista a la que llegan varios diplomáticos clave en los países miembros y algunas fuentes que ocupan altos cargos en la Comisión Europea. [...] Según una fuente, puede que sea imposible llegar a un acuerdo, porque los países se muestran firmes en sus posiciones finales. Es el caso de Reino Unido, pero también el de Suecia y Dinamarca, que plantean dificultades. El Gobierno danés amenaza con presentar su veto al presupuesto, excepto si logra una reducción anual de 1.000 millones de coronas (alrededor de 134 millones de euros).
En Madrid, El Mundo afirma que "a veces Europa ni siquiera se mueve”:
En estos momentos hay tres asuntos clave en la agenda política comunitaria [la unión bancaria, el impuesto sobre las transacciones financieras y el presupuesto anual]. Después de varias horas de negociación [el 13 de noviembre], todo siguió como estaba. La Unión Europea está bloqueada y se demuestra nuevamente incapaz de afrontar su mayor reto, construir una mayor integración económica, mientras los mercados vuelven a ponerse nerviosos y empiezan a dudar de nuevo del proyecto del euro.
“Cada vez se debilitan más las esperanzas de que la cumbre de Bruselas sea un éxito”, opina también Gazeta Wyborcza. El diario polaco señala que aunque David Cameron no vete el acuerdo, podría plantearse otro problema: “las relaciones bilaterales entre Angela Merkel y Donald Tusk”. Porque la canciller intentará que su homólogo polaco acepte el recorte del presupuesto. En Varsovia esperan una cierta “amabilidad alemana” y no sólo por la cercanía de los dos países:
Es indiscutible que los fondos para Polonia estimulan la economía alemana mucho más que los fondos destinados a Francia o Reino Unido. Por ello, aunque últimamente se muestre bastante tacaña, Merkel podría sacar algún extra para Varsovia.
Para ello, añade Gazeta Wyborcza, Polonia también cuenta con una coalición de unos quince países “amigos de los fondos de cohesión” que se oponen a los recortes presupuestarios, con la condición de que resista a las negociaciones en las que cada uno intentará mantener sus derechos adquiridos.
En este inmenso regateo, Italia ya se ha asegurado unos 670 millones para el fondo de solidaridad destinado a las víctimas del terremoto de la región Emilia-Romana el pasado mes de mayo, informa La Stampa. Esta suma había sido bloqueada ante la negativa de los “halcones presupuestarios” a contribuir a las finanzas europeas. Aunque “falta todo lo demás”, según el diario turinés, empezando por la financiación del programa Erasmus, que estaba incluida en un paquete de 9.000 millones de euros propuesto por la Comisión y rechazado por un grupo de países disidentes, liderados por Reino Unido.
La Stampa revela que el primer ministro británico David Cameron incluso intentó convencer a su homólogo Mario Monti para que se cambiara de bando, proponiéndole un presupuesto alternativo elaborado por Londres, gracias al cual Italia se ahorraría 2.000 millones al año en su contribución. Pero el diario explica que Monti es consciente de que “con esta reducción renunciaría a los fondos de cohesión para las regiones del sur de Italia”. Sin embargo, puesto que el PIB per cápita de Italia se encuentra ligeramente por debajo de la media europea, Roma pretende
no ayudar más a los países que se encuentren más o menos en su misma situación económica y obtener una rebaja de mil o dos mil millones de euros en el presupuesto de 2014 a 2020.
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