La marcha reivindica la palabra "puta", en el sentido de que "si ser libre o salir vestida de una determinada manera por la calle, es ser puta", entonces "somos todas putas", explicó a Efe Magdalena Santos, una de las coordinadoras del evento.
"Para evitar ser violadas las mujeres deben evitar vestirse como putas", declaró públicamente el policía de Toronto Michael Sanguinetti en 2011, una afirmación que incendió las movilizaciones de mujeres en más de cien países.
La Marcha de las Putas es una "provocación" a esta afirmación, aseguró a Efe la uruguaya Joanna de Armas, quien, ataviada con un vestido ajustado y altos tacones, señaló que el objetivo de este año es denunciar el acoso callejero, entre las mujeres "que lo aceptan" y los hombres "que lo realizan".
"¡Que lindas piernas que tenés!¿A qué hora abren?, contigo me caso, te hago un hijo...", enumeró la manifestante algunos de "los piropos" escritos en su pancarta, con los que pretende que la sociedad reaccione ante esta ofensiva conducta masculina que tiene que ver "con estándares sociales naturalizados".
Frente a estas agresiones populares, los participantes en la marcha esgrimieron carteles con lemas como "no quiero tu piropo, quiero tu respeto", "resérvate el comentario" o "el violar no tiene que ver con la hora, si tomaste o el lugar".
"Que camine por un lugar público no te da derecho a mandar sobre mi cuerpo, mi cuerpo no es público", exclamó De Armas.
En este sentido, Verónica Ruiz, otra de las organizadoras de la marcha, reivindicó el derecho de las mujeres a vestirse como deseen sin verse así expuestas a situaciones de peligro e hizo un llamamiento a los hombres a interiorizar este mensaje.
La marcha difundida en las redes sociales, dio cita a los manifestantes en el céntrico Parque Rodó de Montevideo, al que se desplazaron mujeres y hombres, en proporción similar.
Hervert, un veterano uruguayo, afirmó a Efe que los varones se sienten identificados con las reivindicaciones de la marcha porque también sufren agresiones si no se comportan de acuerdo con los estereotipos masculinos.
"Si un hombre se tiñe el pelo o usa caravanas (pendientes) también padece acoso contra eso", atestiguó.
Los cuerpos de algunas de las manifestantes sirvieron de lienzo para plasmar sus protestas, en modo tal, que armadas con pinturas, marcaron sus brazos, vientres y espaldas con consignas de respeto y repulsa ante los estándares sexuales actuales.
Entre los presentes, llamó la atención una joven uruguaya que con el torso desnudo, un gesto similar al de las integrantes del grupo feminista ucraniano Femen, exhibió la frase: "sácate tus ojos machistas de mi cuerpo".
No todos los montevideanos que pasearon por las inmediaciones del parque, sin participar de la marcha, entendieron el sentido de la movilización y se quedaron más con la provocación carnal, que con los eslóganes.
Este año, aparte de la capital
uruguaya, algunos departamentos se sumaron a la convocatoria y
organizaron sus propias Marchas de las Putas, con las que sus
organizadoras esperan granito a granito ir transformando la realidad
machista que radica en las costumbres, la educación y el lenguaje de la
sociedad.
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